viernes, 4 de abril de 2014

14:03 hrs

A veces la vida nos depara problemas, que sólo nosotros sabemos que allí están. Pienso esto mientras debajo del apartamento suena una alarma, de auto. Como muchas veces, pero ahora es cuándo molesta. Antes sólo sonaba.
Me encuentro en una encrucijada, al saber que estoy costeando estudios que quizás no quisiera seguir al corriente. Pero se que es una decisión de la cual me arrepentiré a los segundos de haberla tomado. Y así me encuentro una y otra vez. Releyendo libros de auto ayuda, biografías, cuentos y novelas "personales"; esas que hablan de hábitos y sucesos cotidianos. Pero que están concatenados y no disueltos.



Molestan este tipo de sensaciones, cada vez más seguidas. Una tras otra, como una avalancha que sólo parece crecer y no detenerse. Estoy cansado, me canso muy seguido últimamente, pero sé que las fuerzas interiores deben aparecer en algún momento. Sólo debo agregar, que ver como fluyen las palabras frente al computador, me ayudan a re significar que quizás, sólo quizás, este mal enfocado de momento.