lunes, 16 de enero de 2012

No somos hombres tristes, somos personas ajenas...

Leyendo un conocido blog, me topé con un post sobre la felicidad de los hombres y cómo llaman la atención los hombres "tristes", que son definidos que a pesar de ostentar logros y aptitudes siempre esta buscando encontrarse en un estado melancólico; que según la autora es casi un estilo de vida que los hace interesantes al sexo opuesto. Podríamos estar de acuerdo que para muchos es un estilo de vida, pero como uno que se copia cual moda, pero existen otros que son sus verdaderos estados mentales que derivan de una vida tranquila y de sosiego que los lleva a entender la futilidad de la vida.
No es ponerse filosófico-existencialista, nada más alejado de ello. Pero si dar cuenta que es posible encontrarnos con personas, independiente de su sexo, que son melancólicas porque entienden el miserable mundo en el cual son condenados a moverse. Veamos del siguiente modo, como lo dice la biblia hace más de 2000 años, mientras más conocimiento tengas más triste serás, porque te das cuenta que las cosas no ocurren "porque así es", sino que existen mecanismos que lo llevan a cabo, no de forma predeterminada pero si con una influencia importante.
Veamos así como la vida se vuelve un monótono color gris, que de vez en cuándo es blanco y otras veces se torna más negro, pero siempre volviendo a su gris continúo. Entonces no es que sean persona triste por su estilo de vida, sino que es por su forma de pensar constante, que los lleva a cuestionarse la realidad, pero que finalmente el sólo hecho de hacerlo te vuelve melancólico, por ende, muchos de esto son más ajenos a la realidad que personas tristes...