viernes, 18 de junio de 2010

Gol!!!...pero ahora es en contra nuestra...

Esas pequeñeces que nos entrega el fulbol, triunfos que duran sólo unos momentos y más encima traen más dificultades que felicidad (sumamos 3 ptos en el mundial, pero la victoria Suiza nos complica más que nos ayuda), nos hacen permanecer en un estado de somnolencia ante los verdaderos problemas que nos vienen. Es un verdadero ataque, un contra ataque a toda velocidad utilizando la jerga del fúlbol, en contra nuestra: las alzas a los pasajes de la locomoción colectiva.


En menos de tres meses ya ha subido el pasaje adulto; el que paga la gran mayoría de los trabajadores y el pueblo pobre, ya va en más de 80 pesos y según el cálculo de "los expertos" debería llegar a fin de año o en los primeros meses del próximo a un total de 160 pesos. Y en pasaje escolar ya va un alza de 30 pesos, siendo dictaminado por ley, de acuerdo a que debe tener un costo de 1/3 del pasaje adulto.
Las razones que nos dan son el déficit comercial que genera el transantiago: 30 millones de dólares mensuales. Cuestión que estos mismos analistas establecen como insostenible; y los principales responsables son sindicados como quienes suben a la micro sin pagar. ¿Cuán verdad es esto? En un simple cáculo matématico, los 30 millones de dólares mensuales equivalen a unos 120 mil millones de pesos, si eso lo dividimos por el precio del pasaje actual (560 pesos) nos da la cifra cercana a: 215 millones de pesos. ¿Por qué éste calculo? porque para llegar a ése déficit presupuestal mensual la gente que no paga el pasaje adulto da un total de cerca: 200 pasajes al día sin pagar, es decir al mes serían cerca de 1/3 de la población de Santiago que no cancela su pasaje ¿Extraño no? Para mí ése argumento sirve sólo para dividir a la población: "no meta las mano ahí" -el pegajoso single del comercial- es para dividirnos como usuarios del transporte y no plantear: ¿por qué ahora sube y antes no?

Según un los cálculos de los ministerios de hacienda y minería, sólo en minera Escondida en los tres primeros meses del año a generado ganancias que superan los US$1.000 millones de dólares, y paga un royalty minero de apenas 5 por ciento para el Estado. Es decir apenas unos US$ 500 del total de sus ganancias. Bueno con sólo ese dinero se puede subsanar ése déficit de la locomoción colectiva por lo que resta del año y nos sobra por un año más. Bueno, vemos en cifras que ése discurso para el alza del pasaje se cae por su propio peso. ¿Qué hay detrás entonces? Nada más ni nada menos que el lucro de los empresarios del transporte, y que sólo afecta a los trabajadores y el pueblo pobre en general, de paso a los estudiantes, que ven mermados sus ingresos. El aumento que ofrece el gobierno para el salario mínimo es de 3%, dejarlo en 170 mil pesos; la CUT quiere un 10% pero está dispuesta a negociar si queda en un 6% final (175 mil pesos). Migajas de migajas para las ganancias que tienen los grande empresario, del cobre por ejemplo, con una riqueza nacional que no dura para siempre y que con cada año que pasa se agota.

El salario mínimo y el mismo argumento de siempre de los empresarios y la derecha chilena: cuidar la empleabilidad. La contraposición que se le otorga: "dennos un poquito más, por favor" por parte de las direcciones oficiales del movimiento obrero y estudiantil, no nos llevan a nada. Y más encima nos suben el pasaje de la movilización para llegar a nuestros lugares de trabajo y estudio. Es decir, es un gol de contra ataque: ¡pero desde la mitad de la cancha!

Debemos parar ello: ¿cómo? Sólo con una organización fuerte por parte nuestra, con centralidad de los trabajadores, que son quienes mueven las riquezas de éste país, y las crean. La educación pudo ser puesta en el tapete gracias a los Pingüinos del 2006, faltó el apoyo decidido de la clase obrera, que no fué porque sus direcciones (PS, PC) veían que era un problema que no afecta de manera directa a ellos, por ello hoy tenemos una LGE porque se quedaron sólos los secundarios. ¿Pueden decir lo mismo hoy ante el alza del pasaje? Veo que no, pero no hacen nada ni menos proponen algo.

Nos están metiendo un contra golpe fuerte, y nos estamos quedando sin defensa. Pongamos un portero que impeda el gol: un fuerte organización para enfrentar estos ataques de la derecha que tratan de minimizarlo con su frase: "es necesario". En cifras y en hechos, es sólo necesario para seguir llenando los bolsillos de los empresarios y sus defensores.

domingo, 13 de junio de 2010

Esas cosas molestas...

A la salida del almuerzo con Piñera, Alwyn como Lagos acordaron una cuestión: "ellos no venían ni como socialistas ni como democratacristianos, sino que en su calidad de ex presidentes de la república" (Palabras de Alwyn a la prensa). Bueno, de ser así me he quedado como nuestro personaje Condorito y su cliché: Exijo una explicación.

Esto de poder desenmarcarse de las propias creencias es tan natural dentro de nuestra sociedad. Ser de izquierda para luego pasar sin ningún problema al bando contrario, como nos ha demostrado dantescamente el senador Fernando Flores; no parece generar ningún resquemor y menos condena social alguna. Lo que gira en torno a ello es una verdadera sociedad individual, consumista y pro mercado a toda chance  -que no es impuesta por un sector de la sociedad solamente, dada la derrota histórica que hemos vivido con el golpe militar y sus concecuencias que nos persiguen hasta el día de hoy-; puesto que sólo esperamos los beneficios que nos puede entregar el mejor postor, de otra forma no se explica la diferencia abismal que existe entre la aprobación de personeros políticos frente al descrédito de los partidos políticos.

Estos últimos surgen en nuestra historia (universal, occidental, nacional) como supuestos intermediarios entre las demandas de la sociedad y el poder central, el Estado. Pero muchos vemos en ellos los grandes vicios que la sociedad capitalista acarrera con su lema de la libre competencia: "que gane el mejor", es decir, de forma maquiavelica: no importan los medios sino que el fin. Por ello este intelectual del siglo XVI es tomado como el padre de la política moderna, puesto que el refleja el sentimiento económico que comenzaba abrir el capitalismo (en pañales en ése entonces, o denominado por los historiadores y economistas como: mercantilismo) en nuestra sociedad, traspasando a la política como ejercicio efectivo el lema del dejar ser.

Hoy con un capitalismo rampante y verdadera crisis, los partidos políticos y sus militantes, pueden reusar de su condición de acuerdo a cómo les acomode de mejor manera. Resulta molesto y chocante como pueden salir de ello sin ningún tapujo, menos con algún tipo de consecuencia. El miedo al debate, a la discusión de la posiciones, que se vio demostrada en los años anteriores al golpe militar del '73s; nos muestra que podemos desarrollarnos como sociedad sin tenerle miedo a nuestras posiciones ideológicas, morales, entre otras, pero hoy prima en el juego: con qué me va mejor.

Debemos repensar estos problemas, donde hoy surge una cantidad interminable de sujetos que pueden hablar desde el pulpito como intelectuales, creadores de opinión o como meras celebridades. Pues son estos los que en sus palabras no invitan al debate como ellos piensan, sino que ha dejar sentadas ideas sin saber de dónde provienen sino que es como suena de mejor manera. Caso magistral es el del periodista Matías del Río, Fernando Paulsen: ¿son de izquierda o de derecha?, ¿ateos o creyentes?. ¿economía social del Estado o capitalismo a raja tabla? Nunca con sus opiniones nos queda claro, sólo con algunas palabras y a la interpretación quedan sus posiciones.

Basta de ello, Se debe perder el miedo a dejar clara las posiciones, a demarcar los límites que nos separan de otro. Es allí donde de verdad encontraremos un debate democrático que nos permita tomar las mejores decisiones. Y no como nos dice el eslogan de una radio. "para tener opinión hay que estar informado", pero nunca se cuestiona la calidad de esa información.